“Carta a Eduardo Castagnino”, Julio Cortázar
Bolívar, 23 de mayo de 1937
Ya sé, ya sé. Habrás protestado de lo lindo por mi silencio, ¿no es cierto? Y las reglas de urbanidad ordenan que, a renglón seguido, yo arree la mulita de las excusas. Pero como sucedo que soy un individuo a quien la urbanidad –esa, la “social”– le interesa tan poco como las poesías de don Arturo Capdevila, no te diré sino que el problema de habituarse a un medio, las pequeñas grandes dificultades que se plantean al encarar una nueva esfera de actividad, y todas las zarandajas del caso justificarán sobradamente mi retardo. Con decirte que aún me falta escribir a miembros de mi familia…”